lunes, 6 de diciembre de 2010

El valor y el poder de la palabra

Hoy al mediodía pasé por una parada de cole y vi a tres chicas sordomudas charlando entre ellas y riéndose mucho. Seguí caminando y mi cabeza hizo una pausa en el momento que acababa de ver, y empecé a pensar...

El lenguaje de señas no debe ser muy fácil y requiere de una habilidad especial para gesticular y lograr expresar lo que uno está pensando, y en "cómo" lo está pensando. Pienso en qué será el equivalente a una exclamación, a ponerle énfasis o melancolía a una frase, pienso en cómo dirán algo irónicamente...

Calculo que se torna más difícil, e imagino que una persona que no puede hablar debe resumir bastante sus pensamientos a la hora de expresarse.

Entonces pensé, cuántas palabras debemos desperdiciar a lo largo de nuestras vidas, cuántas en criticar, algunas otras en herir a alguien que queremos, cuántas en hablar "de más", cuántas en discutir o en gritar frases de enojo... cuántas??

Creo que si existieran dos situaciones tales como: que "Don Moderador" nos cobre por palabra emitida, o si supiéramos que las cuerdas vocales tuvieran una vida útil determinada; nos cuidaríamos mucho más, seleccionaríamos y filtraríamos mucho antes de hablar... estaría bueno, no?

Alguna vez leí una frase que decía algo así como "hablá con palabras dulces, por si acaso tienes que comértelas"...

Pensemos más, hablemos menos cuando las palabras que surjan no valgan la pena.

... no recuerdo haber casi discutido con papá en sus últimos seis meses, después de haber perdido la voz...

1 comentario:

  1. Una entrada como esta no puede no tener comentarios, por más que lleguen años tarde, mucha verdad y algo que me llamó la atención es que yo vi a 3 chicas sordo-mudas en una parada de colectivo hace más de un año y quede sorprendida por la vivacidad con la que se comunicaban ¿Habrán sido las mismas? n.n

    Cómo o por qué caí acá no lo sé, quizás el destino me mando para decirte que vuelvas a escribir, quién sabe!

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